Escrito por Louis | 9 de noviembre de 2005

Roncerismo
«Basta con darse una vueltecita por los alrededores de La Cibeles para ver, de inmediato, el rostro del miedo en los seguidores del Real Madrid. Nadie saca pecho –pese a tres victorias consecutivas– y la mayorÃa mira hacia otro lado. Saben que está por llegar al Santiago Bernabéu el mejor Barça de la temporada y no pueden ocultar su preocupación. […] Quien más quien menos, se está acercando a la Almudena para rogarle, a quien corresponda, que, al menos, Ronaldo se recupera a tiempo. Sin él no ven posibilidad alguna. […] Hoy, el campeón parece inalcanzable para el aspirante. […] Aunque el Madrid ganase el derby, la mayorÃa de su gente sabe que eso serÃa pan para hoy y hambre para mañana«.
Me encanta tu blog.
Que sepas que en adelante vendré a menudo.
Enhorabuena y considérate oficialmente invitado al mio, un antro de desquiciamento con un mucho de verdad.
Un abrazo,
Gracias por tus palabras y por la inivtación, capitán. Un saludo.
Si te interesa, he preparado un fantástico análisis sobre el partido aquÃ:
http://capitanforceps.blogspot.com/
Nunca me ha caÃdo muy bien Miguel Rico, pero creo que tampoco iba tan desencaminado. Al menos ésa era mi sensación antes del partido. Los que seguimos al Madrid partido tras partido somos conscientes de que el equipo se sostiene de forma muy precaria. Tanto, que cualquier pequeño obstáculo (lesión de Ronaldo, por ejemplo) puede hacer que todo se desmorone. Ya no es cuestión de plantilla (creo que se tiene un grupo relativamente completo), sino de actitud y, sobre todo, de confianza en determinados jugadores.
Basta con ver el presumible once inicial para el partido de esta noche: se cae Salgado, Ramos vuelve a hacer de mediocentro, Robinho se queda solo en punta, se sigue dando bola a un Zidane muy mermado… Y sin embargo se tiene en el Castilla a gente como De la Red, Jurado o Soldado que acabarán asqueados y marchándose. Luego se extrañarán en el Madrid de que no les salgan jugadores como Iniesta o Messi.
Ciertas cosas son verdad las diga Agamenón o su porquero. Lo que me llama la atención es que este hombre, con las cosas que escribe, aún tenga fama de reflexivo