Escrito por Louis | 12 de enero de 2006

Qué manera de palmar
Al equipo le falta también presión, orgullo, torería. Ya hace algún tiempo de eso. A medida que la ciudad se ha ido volcando más y más en el Madrid, en sus dichas recientes y en sus desdichas presentes, el Atlético se ha sentido menos vigilado, menos observado, menos protagonista. Y encima algunas celebridades de reciente adscripción atlética han elaborado la teoría de lo bonito que es perder y sufrir, de que el alma atlética es así. Incluso se incorporó esa filosofía a la canción del Centenario. Y si el club compra esa idea, ¿qué vamos a esperar de los jugadores? Pero el Atlético que yo conocí no disfrutaba con palmar, sino con hacerle la vida imposible al Madrid y con disputar los títulos nacionales. Eso es lo que quiere la afición, alejada de esas doctrinas de salón.
A la larga eso es contraproducente porque los termina resignando a las situaciones negativas; no puede ser que efrenten las cosas con el autoestina tan bajo. Ya deja de ser gracioso ese (falso, en si) espíritu colchonero que se crearon (y se creyeron).