Escrito por Louis | 16 de febrero de 2008

Subliminalmente hablando
En nombre de la afición barcelonista que esta temporada ha dado más de lo que ha recibido, pedimos, exigimos un plus al equipo esta noche en Zaragoza. Ha llegado el momento en que no conduce a nada especular, hace falta una victoria convincente, demostrativa, que ponga a la luz la auténtica ambición del Barça. Estamos decepcionados de la imagen que han dado en campo contrario, de jugar con el freno de mano puesto, de practicar la ley del mínimo esfuerzo, de sufrir más de la cuenta. Si es verdad que este equipo quiere volver a ser campeón, hace falta otra actitud, otro entusiasmo, otro afán de lucha. Nadie dice que no corran ni que no suden la camiseta, pero no es suficiente, falta el plus de motivación que muchas veces se olvida en el vestuario. Es una cuestión de orgullo, de carácter, de huevos si nos apuran. A veces echamos en falta a un entrenador más exigente, más crítico, más psicólogo. No puede ser que salgan relajados al campo y les cueste media hora ponerse las pilas. En una palabra, creemos que este equipo puede dar más de lo que rinde.
Tenemos la sensación de que algunos jugadores afrontan los partidos con la misma rutina que el oficinista de un banco comienza su jornada laboral. Y no es lo mismo, de ninguna manera. En este negocio del fútbol que mueve tantos millones, la pasión y los sentimientos juegan un papel importante. Si alguien se cree que el partido de esta noche en Zaragoza es uno más, comete un gran error. Según lo que haga el Madrid, se juegan media Liga. Y no tenemos del todo claro que este mensaje subliminal llegue a todos los jugadores. Los de la cantera quizás son mas conscientes de que están jugando con fuego, algunos extranjeros que no saben ni si estarán en el mismo club el año que viene pasan un poco. Cuando los ves llegar a una concentración con bolsa de Louis Vuitton, gafas de sol aunque sea de noche, Ipod y enganchados al móvil, parecen mas cantantes de moda que deportistas. Jugar en el Barça no es cualquier cosa y defender sus colores significa también defender sus sentimientos. Hay seguidores que llevados por su pasión barcelonista sacrifican muchas cosas para seguir a su equipo, y lo que no puede ser es que luego en el campo los suyos les paguen con moneda falsa.
Èl tipo de comentario no es nada raro, es lo que te puedes encontrar a menudo en la prensa deportiva. Ahora, lo de «este mensaje subliminal»… JAJAJAJAJAJA