Escrito por Louis | 31 de diciembre de 2016

Feliz 2017
La Libreta de Van Gaal cierra un año de cambios. En los últimos tiempos, este blog ha funcionado como los delanteros: a rachas, alternando algunos meses de intensa actividad con otros en los que apenas me dejaba caer para colgar el audio semanal en Radioestadio.
Mi buen propósito para 2017 es seguir escribiendo con regularidad y mantener las secciones creadas en 2016 (El Calzador Cazado, Los Flechazos, la reciente Ole tus Cebos) siempre que os resulten interesantes. Y también el Nodcast, cuyas dos primeras entregas (la #0 y la #1) parece que han gustado. Hasta donde me lo permitan mis ganas y, sobre todo, mis obligaciones (aquellas que me permiten comer).
Aunque la pieza más leída ha sido aquella en la que anunciaba mi marcha de Onda Cero, los artículos con más lecturas del año han sido:
1. Para ustedes, señores culés
2. ‘Mundo Deportivo’ y ‘Sport’, información contrastada
3. Roberto Gómez y el fútbol internacional
4. ¿Cómo sería ‘The New York Times’ editado por periodistas deportivos españoles?
5. Barbaridades y Pichu Cuéllar
6. El voto de los Ronceros
7. Leer y no dudar
8. Más corto que las mangas de un central
9. Talibanes con mala baba
10. El bosón de Higgs contra el Real Madrid
Que tengáis un feliz 2017 (año XIII del blog). Nos seguimos leyendo.
Feliz año nuevo, Miguel, y que sea mejor que éste, porque éste lo acabamos mal.
Yo te descubrí gracias a Radioestadio, y por pura casualidad, porque ibas en una franja que no solía escuchar. Y me gustó tu estilo, hasta el punto de que decidí atrasar una tarea mía semanal para que coincidiera con tus intervenciones, convencido de que me la harían más llevadera, como así fue.
Cuando el penoso espectáculo que ha terminado en tu salida del programa comenzó, yo fui, como muchos otros, uno de los que por aquí y en tu twitter, nos quejamos de que se quisieran librar de ti. Yo en concreto me sumaba a la teoría de que algo tendría que ver la llegada de ese señor al que José Antonio Abellán llamaba «el Bizconde Bufón» (y la b de bizconde no es en este caso una falta de ortografía).
El caso es que nos negaste, Miguel.
Y que en el programa no dieran la cara, pues mira, no era demasiada sorpresa. Ares, como Roberto Gómez, es otra criatura de García. Ése que rechazaba ante el micrófono las ofertas de la COPE, que decía que no trabajaría para ellos, pero cuando el barco de Antena 3 Radio se hundió, ¡sorpresa! , él acabó en la COPE. Por cierto, igual que Paco González y compañía. Se ve que en el mundillo del periodismo deportivo, decir una cosa y hacer otra no debe estar mal visto. Lo de la credibilidad debe de ser como lo de la objetividad. Ya sabrás de De La Morena repite cada cierto tiempo que en las escuelas de periodismo enseñan que la objetividad no existe, y si él lo dice, a lo peor hasta es cierto. Y claro, así nos salen los periodistas deportivos.
Y yo en esos casos siempre me considero ofendido. Soy uno de aquellos que les hemos seguido, (y seguido hasta el punto de escucharlos en directo, y luego volver a escucharlos en la repetición, porque estábamos despiertos estudiando), y que tenemos memoria suficiente como para recordar sus opiniones ante los temas X o Y, y siempre he sentido que cuando presumían de audiencia, de credibilidad, y gaitas, pero luego hacían lo contrario de lo que decían, me estaban llamando tonto, o desmemoriado, o ambas cosas.
Yo, Miguel, era de los de elegir una emisora de radio y no cambiarla. Y oí a García entre el 82 y el 92. Y seguí escuchando Antena 3 Radio los pocos meses en que García ya se había ido, y los deportes los llevaba Javier Ares, y le daba a García hasta en el cielo de la boca, y le llamaba «El pin que habla», y contaba algunos de sus manejos mientras había dirigido los deportes de Antena 3. Los mismos, por cierto, de los que Ares no decía nada en la época en que García los llevaba a cabo.
Sin embargo, ahora, oyes hablar a Ares de García y ¡sorpresa! ya no es «El pin que habla».
Que ellos cobardemente no explicasen por qué de la noche a la mañana no contaban contigo, feo, pero, ¿Qué puedes esperar de un leal trabajador de un importante grupo de comunicación?¿Que cuente en antena manejos turbios? No, eso nunca… Pero, ¿por qué tú tampoco has contado nunca todo lo que ha pasado?
¿Me dirías que no te quieres cerrar puertas, ésta en concreto? Mi problema es que en mi hipótesis de lo sucedido, la conclusión es que te han hecho una jugarreta y entonces, ¿vale la pena cuidar la relación con quien te hace jugarretas?
Cuando nos negabas, nos decías que seguían contando contigo, y supongo que para defender tu postura, tu comunicado lo enfoca como que tú dejas de colaborar con ellos. Pero si tú intervenías porque te llamaban, porque contaban contigo, y durante varias semanas consecutivas no intervienes, ¿no será que no te llaman, que no cuentan contigo?
Si ellos contaban contigo en el momento en que publicaste tu comunicado, ¿por qué decidías dar por concluida la relación, echar el cierre? Dicho de otro modo, si ellos seguían pasando de ti, ¿Qué ibas a poder hacer tú al respecto? (salvo, tal vez, claro está, decir «No, si en realidad he sido yo quien lo ha decidido»)
Si algunos te somos leales, y te hemos estado siguiendo en el programa semana tras semana, y te hemos oído los lunes mientras desayunábamos en la cafetería del trabajo (yo también he sido uno de ésos) y mostramos nuestra indignación cuando creímos que te estaban tratando mal de manera injusta, ¿por qué no recompensar nuestra lealtad contándonos toda la verdad? Tanto si tenemos razón, y ha sido cosa de ellos, como si no, y ha sido todo cosa tuya, ¿no nos merecemos saber la verdad?
Termino: No nos conocemos personalmente, ni mucho menos somos amigos, no me debes nada, y como has dejado muy convenientemente claro en el enlace de médium.com, esto no te da de comer, sino que a veces hasta te cuesta dinero, esto lo haces porque quieres, no te sientes obligado a nada, ni siquiera a leer este ladrillo que escribo, así que como no puede ser de otra forma, todas mis preguntas son retóricas, pero ¿sabes? me ha dolido. Como mínimo, sea éste mi recurso al pataleo. Aunque me cueste acabar formando parte de ese par de conspiranoicos por cada mil lectores tuyos. Que lo seguiré siendo, por cierto. Como seguiré recomendándote a los compañeros de la oficina.
De nuevo, feliz año.
@ rhizostomus
Gracias por tu mensaje, ante todo, y por tu fidelidad e interés.
Por no extenderme, sólo te diré que todo cuanto dije en mi comunicado es cierto: soy yo quien ha decidido dejar Radioestadio, ya que no podía seguir haciendo una sección a mi gusto. Y no tiene nada que ver con De la Morena, siento volver a negarte. ¿A quién voy a creer? ¿A vosotros o a mis propios ojos?
Sobre la otra parte, la que no aparece en el comunicado, sin duda hay oyentes con los que lamento no poder ser más claro, pues mi sentido de la responsabilidad me impide contar en público detalles de lo privado. ¿Que algunos os mereceríais saber todo? Seguramente, pero no todos tenemos lo que merecemos.
Un saludo y feliz 2017.