Escrito por Louis | 17 de enero de 2017

Ponga un Cristóbal Soria en su medio
Entiendo que un programa de televisión más próximo al reality que a la información apueste por Cristóbal Soria como personaje estelar. Su indignación impostada, su histrionismo, su provocación tan descarada y burda como eficaz, cumplen con un objetivo claro. Lo peor es que no queda ahí. Este lunes, medios como As y Mundo Deportivo amplificaban el esperpento rebotando en sus webs un vídeo con las intervenciones de Soria en ‘El Chiringuito’ del domingo, muy interesantes por lo visto.
«El Cristóbal Soria más loco con ‘San Paoli’: ¡Lo que sufrió Roncero!», podemos leer en As. Se trata de la segunda noticia más destacada en portada de la web, y ha sido así durante todo el día. «¡Sí! ¡Sí! ¡Sampaolismo! ¡Ole!», brama Soria bufanda en mano antes de acercarse a Tomás Roncero para recitarle argumentos (?) parecidos a un palmo de su rostro.
En el panorama actual de consumo rápido, vídeos como los de Soria y Roncero son una mina. No de oro precisamente, pero una mina. En el ‘As’ amortizan los de su propio personaje, Roncero, al que graban durante los partidos para que los lectores no nos perdamos cómo reaccionó cuando Cristiano Ronaldo metió tal gol, o cuando tal árbitro se equivocó de aquella manera. Contenido barato que siempre figura entre lo más visto de la web.
Otra de las informaciones (?) más rebotadas tras la última jornada de Liga ha sido que los narradores del Sevilla – Real Madrid de RAC1 celebraron la victoria andaluza cantando el himno de El Arrebato. Periodismo troll para generar reacciones a favor y en contra, dar que hablar y mantener entretenidos a los lectores, no vaya a ser que empiecen a preguntarse por qué los medios cada vez tienen menos información.
¿Cada vez menos información? Eso es ser muy generoso. No recuerdo el último resumen de un partido en el que se centren en los goles o jugadas en vez de en la polémica y mucho menos si hablamos de un partido sin intervención del Barcelona o del Real Madrid.
Por otro lado, se ve que en este país nos gusta elegir bando y pelear con la persona que más cerca pille y eso en los medios lo saben y cumplen con su deber. ¿Informar? No, vender. Porque lo importante es eso, hacer dinero y por muy buen partido que sea un Deportivo 4 – Celta 4 pasará a la historia como una anécdota ante un Real Madrid/Barcelona 0 – Logroñés 0 con un error arbitral, porque un amistoso del Madrid genera más dinero que una temporada completa del Sevilla ganando UEFA.
La gran problemática sobre estos programas es que no hay una respuesta en la pública que trate de hacer un programa o de análisis de otra manera, o otro formato contenedor como era Estadio 2. Si tu ves un defecto en las privadas, trata de atraer a los televidentes con más calidad, pues no te apremia tanto el consumo sino de ser sinónimo de un contenido mínimo
Yo creo que en los canales privados de pago si que se opta por otro tipo de periodismo. Por ejemplo el club se toca mucho la táctica y se habla de como se juega; y en movistar + se habla más de táctica que de crítica.
Por lo visto, hay que actualizar el refranero a los tiempos que corren:
«Crea el hype, que algo queda.»
– Cristóbal Soria: 170.000 seguidores en twitter + 208.000 ‘Me gusta’ en facebook
– Tomás Roncero: 741.000 seguidores en twitter + 232.000 en facebook
No hace falta decir nada más.
Estaría bien tener algún tipo de encuesta para saber si la gente se toma en serio este tipo de contenido. Yo diría que su valor está en si te hace gracia o no, de periodismo no tiene nada y diría que tampoco pretende serlo, es un formato de humor u entretenimiento, lo que se prefiera. De hecho El Chiringuito es aburridísimo cuando se ponen a hablar de fútbol, y Pedrerol saca pecho de la cantidad de gente que supuestamente sigue el programa sin gustarle el fútbol, es decir, que lo ve por sus personajes y sus payasadas.
Puede gustar más o menos, pero yo veo coherencia en su formato. El fútbol tiene ciertas complejidades y se puede tomar en serio, comentando su forma (tácticas, estilos de juego…) o dramatizándolo para contar historias a partir del juego, lo que harían Informe Robinson o la revista Panenka, por ejemplo. Pero lo que lo lleva a ser un espectáculo de masas no es eso, sino su capacidad para entretener y crear emociones, sin dejar de ser, en el fondo, algo banal, un simple juego que puede llegar a cualquiera. ¿Y no es eso lo que hace Pedrerol?
Tirar de polémicas estériles, forzar los piques Madrid-Barça, gritar mucho y llenar la pantalla con carteles sensacionalistas y sonidos pedorros, inventarse personajes exagerados y predecibles, forofismo por doquier… Tan llamativo como banal, pero efectivo a la hora de ofrecer un entretenimiento que llegue a un público mayoritario. Yo diría que muchos de los aficionados al fútbol se toman este deporte de una forma parecida, como un torrente de emociones, luz y color: contento si mi equipo gana, cabreado si pierde, sin interés de ir más allá, ni de tomar distancia o tener aproximaciones más racionales.
Y vuelvo al principio de mi mensaje, porque el peligro estaría en que mucha gente se tomase en serio formatos así. Porque si se los toman como entretenimiento fácil, rápido y olvidable, tampoco creo que haga tanto mal. Evidentemente, será fuente de frustración para los que quieran que el periodismo deportivo mayoritario fuera más serio, más reposado y más pendiente del análisis neutral que del sensacionalismo forofo, pero al final representan públicos distintos.