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Escrito por Louis | 1 de septiembre de 2018

Luis Enrique

Luisenricada

Tener a un culé confeso como Luis Enrique al frente de la Selección nos va a ahorrar un montón de estupideces. Por ejemplo, esa teoría del complot que algunos periodistas atléticos manejaban con los anteriores técnicos no puede ahora aplicarse a la ausencia de Koke. No se pone bajo sospecha a Nacho y lo de Albiol se contempla como una rareza y no como el enésimo guiño blanco.

Se nos dijo también, o poco menos, que con Luis Enrique la Federación había terminado de declarar la guerra al madridismo y al Real Madrid, que sin embargo es el equipo que más jugadores aporta (seis) a la lista. En un país tan propenso a dudar de la profesionalidad ajena, el cargo de seleccionador parece especialmente expuesto al prejuicio. Basta recordar los palos a Julen Lopetegui porque iba a ser incapaz de cumplir con sus obligaciones durante el Mundial 2018. ¿Recuerdan? Iba a andar despistadísimo por culpa de «los fichajes» del Madrid. No sé si se referían al de Odriozola, al de Courtois o al de Mariano.

Que nos vayamos a ahorrar algunas estupideces no significa que todo el mundo lo vaya a clavar, claro. Este sábado, el diario ‘Sport’ califica como «Luisenricada» la primera lista del seleccionador, que no sólo ha dejado fuera a Jordi Alba sino que sólo ha citado a dos jugadores del Barça: Sergio Busquets y Sergi Roberto.

El director de este diario, Ernest Folch, califica la decisión como «injusticia injustificable» y sospecha que Luis Enrique «ha antepuesto sus fobias personales a los intereses deportivos».

Lo raro es que la ‘luisenricada’ haya pillado por sorpresa a Folch, que hace menos de dos meses elogiaba el carácter del nuevo seleccionador, quizá pensando que iba a dejar en casa a Isco para convocar a Aleñá:

Una vez más, Luis Rubiales decide contra el ‘establishment’ mediático de Madrid y contra Florentino, que ya saben que tienen a un entrenador que va por libre y no podrán controlar. […] Hay quien todavía no ha asimilado que se pueden tomar decisiones, equivocadas o no, sin pedir permiso al lobby madridista de la capital.

He buscado en el archivo de columnas de Ernest Folch las que dedicó a la suplencia de Jordi Alba cuando Luis Enrique entrenaba al Barça, y no he encontrado ninguna. Tampoco ninguna portada de ‘Sport’ aquellos días en que Luis Enrique tiraba de Digne y hasta de Mathieu. ¡Qué poco combativo! Cualquiera diría que pertenece él también a algún ‘establishment’.

Sí encontré, claro, la citada columna en la que Folch auguraba buenos tiempos para la Selección:

Como todavía es más difícil de asimilar que, una vez más, la selección sigue el camino paralelo del Barça, con otro entrenador de ascendencia culé, que deberá aplicar las mismas terapias que puso en práctica en el Camp Nou. Rubiales sabe que hay una ecuación infalible: cuanto más cerca está La Roja del Barça, más probabilidades tiene de triunfar.

Con semejantes expectativas, normal que ‘Sport’ se lamente hoy en portada: «Sólo dos del Barça en la primera convocatoria». Quizá hasta ahora Folch no se había parado a echar cuentas, pero además de Alba y descontado ya Piqué, los otros seleccionables de la plantilla del Barça son Denis Suárez, Samper, Munir y el mencionado Aleñá.

En todo caso, y parafraseando a Folch, «se pueden tomar decisiones, equivocadas o no, sin pedir permiso al lobby» de turno.

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Sólo un comentario (a día de hoy) en Luisenricada

  1. Arbeloa Clearwater Revival dice:

    Se agradecen mucho que cada tanto caigan estas entradas, como las de antaño. En la diana como siempre, Miguel.

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