Escrito por Louis | 6 de septiembre de 2022

El navajazo de oro
Pensábamos que este año nos habíamos librado del Balón de Oro. De los tontodebates a su alrededor, quiero decir. Siendo Karim Benzema tan favorito, daba, como mucho, para celebración del madridismo mediático y poco más. Cuando nos dé por pensar que el periodismo deportivo va a peor, recordemos que hace diez años teníamos discusión diaria sobre si Messi o si Cristiano. No todo debate pasado fue mejor.
Pero… ¿qué haríamos sin los periodistas que nadan contra corriente? Francotiradores contra el poder establecido, con mucho que perder y muy poco que ganar salvo, como en casos como el que hoy nos ocupa, el aplausito de su público objetivo. Nuestro iconoclasta de la semana es Iván San Antonio, que nos sorprendió hace unos días con una columna en el diario ‘Sport’; cosa que, admitámoslo, a estas alturas no resulta fácil. Llevaba por título: «El Balón de Oro tiene dueño: Robert Lewandowski».
No se trata de que Lewandowski no pueda merecer el Balón de Oro, por supuesto, ni de que alguien no pueda defender su candidatura. Lo que sucede es que este artículo se puede enmarcar en el conocido género del pataleo, tan habitual en ‘Mundo Deportivo’ y ‘Sport’. Viendo el alcance muy superior de los diarios editados en la capital, los opinadores culés tienden a tratar de contrarrestar esos mensajes exponiendo lo manipuladores que son, cosa que entre su audiencia siempre gusta. En este caso, San Antonio escribe motivado por la obsesión de algunas firmas blancas por coronar con el dichoso Balón de Oro a cada jugador que triunfa, despunta o simplemente ficha por el Real Madrid. Ostenta la cátedra Tomás Roncero, que ha otorgado más balones de Oro que ‘France Football’, como ya comentamos en su día en esta columna.
San Antonio tacha de “prepotentes” a los madridistas por “dar por hecho que Benzema será el próximo Balón de Oro”. No sé. Yo hace unos meses leí en el propio ‘Sport’ que «salvo sorpresa mayúscula», el próximo galardón llevará el «nombre y apellido» del delantero francés, así que no será sólo cosa de madridistas. Además, en ese mismo diario han publicado declaraciones de Leo Messi y Dani Alves opinando que Benzema merece el premio y no creo que pequen de prepotentes.
San Antonio enumera los tres criterios de votación y proclama que «si se aplican de forma justa y quienes votan lo hacen sin presiones» —siempre hay que dejar caer que Florentino controla hasta el voto del corresponsal de Finlandia—, Lewandowski «debe ser, de forma indiscutible, el ganador del premio». «De forma indiscutible», ahí queda eso.
“Lewandowski ganó la Bota de Oro con 35 goles por encima de Mbappé e Immobile. Benzema fue cuarto con ocho goles menos. En la Champions el francés fue máximo goleador, pero con tres partidos más que el polaco: Karim marcó quince; Robert hizo trece tras caer en cuartos de final. Si vamos a los títulos, Benzema ganó Champions, Liga y Supercopa, mientras que Robert conquistó Bundesliga y Supercopa alemana”.
Pero, como esta comparativa no permite concluir, ni mucho menos, que Lewandowski debe ganar el premio «de forma indiscutible», nuestro hombre se saca una carta de la manga. Cita el tercer criterio (clase del jugador y juego limpio) y ataca. Si pensaban que estaban leyendo algo parecido a un análisis futbolístico, aquí saldrán de dudas. Lo que empuñaba San Antonio no era un bisturí. Era una navaja:
Si aún existe alguna duda, por un lado tenemos a un futbolista señor sobre el césped y fuera de él. Karim, todo elegancia sobre el campo, es un condenado por complicidad en un caso de extorsión a raíz de unos vídeos sexuales de un compañero. La duda ofende: Lewy, Balón de Oro.
Se comenta solo.